28 de septiembre de 2007

Te quiero.


Y ahora estoy aquí, justamente parada frente a ti, con los brazos abiertos para enredarte en un abrazo interminable, con los ojos cerrados para ver lo que me es imposible, con mis manos tocando tu espalda, y tu voz, y tu aliento, y tu aire que respiras...


Ya he llegado, mis pasos me trajeron hasta aquí, al lugar de los amantes que se aman y se besan, que se tocan lentamente, y que se encierran en sus besos, a donde no había llegado antes, a éste preciso lugar, donde no concibo estar si no es contigo...


Por fin estoy aquí, y no pienso irme, no, no sin tus caricias desbordantes de pasión, ni sin tus besos que se quedarán en mi piel como tatuajes... Indelebles.. No sin tus manos que me arrebatan los suspiros que nacen desde mi alma.


Quiero tu vida, y tus pasos y tus manos, y ese destello que aparece cada vez que estamos juntos, quiero tus enmudecidos labios que no dicen nada, pero que cada que me besan me expresan tanto que ni siquiera las más bellas frases podrían descifrar. Te quiero, te quiero conmigo, aquí, ahora, donde estoy y donde estás, donde siempre te he visto, donde siempre estamos. Te quiero.

Inanna*

27 de septiembre de 2007

Voces.


Las voces del desierto me han venido a visitar, me buscan... Intenté esconderme entre le gente, quise creer que a escondidas dejarían de molestarme, de perturbar me, me quedé sin sentidos. Me llevan y traen por las calles del oscuro porvenir, y en cada paso se queda un pedazo de mi, ahora ya no soy nada, ya no tengo destino, lo dejé encargado por ahí... Con la condición de algún día regresar a buscarlo, pero, se me ha olvidado que es lo que buscaba, los pájaros se han parado en mi cabeza, y lloran, sus lágrimas me queman los ojos, y se juntan las aguas de fuego, reparo el aliento con un suspiro, y me detengo una vez más, a mirar, a observar, a ir explorando los demonios que se ocultan en las calles perdidas, y me detengo, no he podido dormir, ya no se que es dormir, las siluetas por las calles, las monedas en el cielo que van cayendo una a una, y que van diciendo lo que haré este día, o cualquier otro, me quedé, es cierto, y me quedé sin saber, y me senté en el ayer, y me sentí que volaba, y ahora sigo sentada, escuchando los lamentos que se escapan de las manos.
Inanna*

Dos Ojos



Tengo dos ojos que transpiran, que llueven, que iluminan (aunque hay veces que desearía no mirar) que se mueven con las sombras del planeta oscuro donde todo se acabó ¿Habría empezado en realidad?
Tengo dos ojos que observan, y no es que mirar esté mal, sólo que yo voy desnudando las sonrisas que se compran en la tienda de la esquina, las que se disfrazan de terciopelo, para esconder el hielo de sus labios, sólo que yo voy deteniendo el tiempo por miedo a irme con él, a enterrarme, a protegerme, a... Callarme.
Tengo dos ojos que ansían que van peregrinando por las calles del presente, que van vociferando el terror de encontrarme desnudo en medio de la soledad.
Tengo dos ojos... Como todos, negros como la noche, calientes como la tierra, intensos como el mar, pacíficos como el cielo y estúpidamente brillantes como el sol.
Tengo dos ojos, que callan, que miran, que llueven, que sueñan, que se levantan y se caen, que se detienen al pasar el señor de las tinieblas, tengo dos ojos transparentes, pidiendo libertad, esa libertad que se consigue cuando todo se ha acabado, y con mis ojos, mis dos ojos, tengo el silencio de las aves, las aves de color café, tengo dos ojos que matan, cuando ya no hay nada que hacer.



Inanna*

26 de septiembre de 2007

Pocas Palabras


Pocas palabras, si el tiempo se detuviera a contar las cosas se dicen cuando el corazón se seca.
Corté mis alas para no volar, las guardé en el ropero, ahí, donde siempre dejo las cosas perdidas, hay veces en que abro las puertas.
Pocas palabras, dos momentos inolvidables y tú cara sonriendo, las imágenes de mi mente recorren tu cuerpo helado.
Dejé crecer mi cabello para que con él crecieran mis ideas, ahora lo llevo sujeto, para que no se me escape ninguna de ellas.
Pocas palabras, el silencio incesante viaja por lo poros de mi boca, la amarra, la somete a quedarse con él.
Tengo que aprender a no saber, a quedar en la ignorancia, a morir dos veces por año, y a olvidar tus sueños bastos, para encontrar lo que ando buscando.
Pocas palabras, y no hay nada que decir.
Soltaré los caminos andados para no volver a donde estaba, cabaré por la tierra un hoyo, ahí será mi refugio.
Pocas palabras. Y puntos suspensivos.



Inanna*

25 de septiembre de 2007

Bastante.


Ya es bastante... Suficiente... Absurda mente tolerable... Ya es bastante...


Me arrebata incluso el aire los suspiros y el cielo se los lleva hacia la luna... Fue en una noche de esas en las que me da por pensar en ti, y no es que sea algo raro, al contrario, rara es la noche en la que no te vienes a quedar entre mis pensamientos.

Iba caminado por un lugar bastante tranquilo, casi solo, más bien solo, caminaba y mientras lo hacía algo me llevo a mirar el cielo, sí, el cielo que a veces no me gusta ver, ese que dibuja figuras con sus nubes y que a veces llora y se enoja y arremete contra los simples mortales que habitamos este mundo lleno de pequeños mundos construidos a base de esperanzas.

Y derrepente me vi mirando hacia arriba, la verdad es y será que siempre suelo ver cuando tengo las olas del mar asomándose en mis ojos y pensaba... ¿No es verdad que ambos vemos la misma luna? que es el mismo cielo que nos cobija y que nos hace estar en esta vida, y que aunque tenga millones de pasos que dar para encontrarme con tu aliento, siempre será la misma luna... Entonces llovió...

Y es cierto que hay veces que no se asoman las señales que me he acostumbrado a mirar cuando te siento lejos, pero también es más que cierto que siempre, hasta el final de los tiempos, siempre veremos la misma luna.

"Con el paso del tiempo, me he dado cuenta que las distancias son menos cuando se mira al cielo"


Inanna*

24 de septiembre de 2007

Después de Ti.


De pronto es como si no me conociera, ni te conociera, como si el tiempo hubiese pasado sin darme cuenta, y que las cosas que tenía en mi mente se las hubiera llevado el viento, me despierto de ese sueño profundo del que no había querido despertar, y despierto con una sensación de vacío, como si un hueco llenara mi cuerpo y mis sentidos, como si todo mi interior estuviera cubierto de cemento.


Voy cayendo lentamente; desde que había estado dormido no me acordaba que era caer al vacío, ya no hay nada que perder, más bien ya no hay nada, las batallas ganadas se quedaron colgadas en la pared, y las perdidas, las llevo a cuestas como paracaídas, muchas veces intenté despertarme, pero era inútil, yo no quería hacerlo, y es que ¿Para qué? Si yo sabia perfectamente que no iba a encontrar ni tus besos, ni tu nombre, ni tus ojos merodeando por mi habitación, si yo sabía que las hojas que me dejaste en el buró fueron navajas que cortaron mis venas, y que después de haberlas leído, me quedé sin medio milímetro de sangre, y que si me dejaba llevar por la sensación de salir a buscarte, iba a terminar haciendo justo lo que no quería.


Así que lo mejor que pude haber hecho lo hice, y me desconecté del mundo, para no ver la realidad, mi realidad, para no querer hacer nada y para no correr hacia ti, siempre te dije que el día en que decidieras ya no estar, todo seguiría como antes, con lo único que no contaba, era con que mi pecho no iba a soportar perderte, y con que mi alma se quedaría vacía por que nada llena ese espacio que lleva tu nombre.


Y fue así como decidí quedarme en aquel lugar que no tenía luz… Esperando ¿A qué? Todavía no lo se, y no lo se por que no he querido volver a ese tema, por que todavía quedan tantas caricias tuyas en la trinchera que he preferido no abrirla, por que una vez más no soportaría voltear a la cama y no verte dormir. Entonces es como después de tanto tiempo decidí despertar, y no para volver contigo, ni para traerte a mi lado, ni siquiera para decirte que somos amigos o cualquier tontería como las que se acostumbran en estos casos. Nunca podría ser amigo de alguien a quien de tanto amar se gano mi hastío… Tal vez es tarde o no lo se, lo único de lo que estoy seguro es que no por haberte perdido, o por que me hayas perdido, se quedaron los árboles sin hojas verdes, o los ríos ya no tienen agua, o las olas del mar ya no se mueven ni bailan al sonido del aire, o los pájaros dejaron de tener alas… No por que me hayas perdido me quedé sin sentidos, y no por eso es que mis ojos dejen de llover, simplemente ahora te quedarás guardado ahí, donde alguna vez estuviste tan brillante que hasta mis ojos no podían verte… Ahora ya que he caído tengo que tomarme de las manos y dejar que el tiempo pase, días o meses, lo que sea, lo que importa, y siempre ha importado es que yo soy y seré siempre yo, contigo, sin ti, y con todos los demás… Y aunque no esté seguro de que pasará, lo que puedo asegurar es que desde donde te hablo ahora, es el lugar de los que ya no somos nadie, pero desde el lugar donde estás tú ahora, es el lugar de las personas que han perdido lo que jamás volverán a encontrar, y eso, eso es la única diferencia que ha habido entre tu piel y mi corazón.

“Cuando los objetos perdidos ya no vuelven, simplemente hay que cubrir su espacio, con la parte de TI que no has dejado salir”
Inanna*

22 de septiembre de 2007

Miedo.


¿Has sentido como es que tu cuello se vuelve frío, y que tus manos se quedan estáticas, que de pronto ya no sientes nada, y no quieres mover un dedo para no sentir nada más?


Hace dos días me encontré con una situación similar, y no es que esté asustada por ello, la verdad y para ser sincero, las visitas ya me están haciendo acostumbrarme... Lo único que ésta vez me causó asombro, fue que tuve miedo... Era como una fuerza que golpeaba mis sentidos, y sí... La sensación de "no estar solo" y de "ver lo que nadie ve" llego de visita ese día en la noche, y no es que la noche sea el momento preciso, hay veces en que a la luz del día puedes observar sin ver algo que te haga voltear.


Y ahí estaba yo, con el miedo desde los pies... Hasta la punta de los labios, tenía que tener las espaldas cubiertas, por aquello de que siguiera detrás de mi... Las sensaciones que escapan en esos momentos son terribles, si un paro cardiaco no me vino fue por que tal vez ni para eso estaba dispuesto a distraerme... Y ahí metido en mis sábanas diciendo cosas que parecían rezos o algo parecido, invocando fuerzas supremas, incluso pensando en que no era nada y que mi mente me jugaba una traición bastante cruel... Mientras pasaba la parte más terrible de todo esto, esos veinte minutos de ansiedad y de frío en las curvas de el cuerpo. también pensaba en otras cosas como: ¿Por qué a mi? Pero estando tan enfocado a que no podía ni moverme, no me supe contestar, y fue ahí donde me dije: ¡Levanta te y anda¡Lo hice... Casi sin querer hacer ruidos pero con la necesidad de hacerlos, me levanté de mi cama.. Prendí la luz, y era verdad, no había nada, hasta que mi misma curiosidad, me hizo ver unas pisadas como huellas de tierra, figurando unos pies humanos, sobre mi alfombra se quedaron pintados... Y sí, de nuevo me dio miedo, y no se si algún dije deje de sentirlo, y no se tampoco si vuelva a querer vivir ésto que se ha ido aumentado demencial mente, como los ritmos del corazón, y sobrepasa los tamaños de los ríos que se han creado por las lluvias de los últimos quince años.


Inanna*

Hoy


Ni siquiera he tenido tiempo para pensar que no debo pensar en que no estás conmigo... Yo no me quiero imaginar mi vida sin tu cuerpo a mi lado, y las palabras, y las promesas, las pongo en pergaminos en la pared de mi habitación, para que no se me olvide que los tiempos nos harán acercarnos.


No puedo resignarme a no verte otra vez, no quiero que los días pasen y se me olvide que estás ahí, no quiero dejar de sentir tus manos transparentes tocando mi cabello antes de dormir, tampoco quiero seguir pretendiendo que estoy viendo tu figura, y que hacemos el amor... Hoy duele tu ausencia, hoy más que nunca me quema los ojos y me escurre el fuego por mi cara, hoy los te amor recorren mis venas tan fuerte... Que dejan estelas en cada lugar y cuando terminan su recorrido, tus labios desaparecen... Hoy quisiera que el tiempo tuviera alas... Y yo.


Hoy quiero que sea mañana y mañana quiero que estés conmigo, y después de eso... Después de eso que no pase nada.
Inanna*

21 de septiembre de 2007

Ausencia.


Parece que la ausencia se apoderó de ti... Y a mi me dejaste pensando mucho desde aquella vez que te fuiste... Tal vez no lo recuerdas, o tal vez por eso es que no has venido, lo cierto es que ni tus fotos han cambiado, ni tu nombre en la ventana, ni muchas otras cosas que no has venido a cambiar, y también es cierto que dejé un mensaje donde suelo guardar mis pensamientos para ti, para ver si así te asomabas a donde siempre nos hemos visto, y como pude darme cuenta y espero que tú también, no fue así, y la verdad... Es que no se por qué, tal vez has decidido estar ausente todavía... La otra realidad es que cuando te vas así, dejas muchos espacios sin cerrar, y muchas palabras en el aire, que no vuelven a su lugar de origen... Cada vez que pasa esto me da por acordarme que no se quién eres tú, que a veces te pierdes en las sombras y nunca te vuelves a aparecer con la misma vida, que te separas de las costumbres que tenías y que te imagino que estás volando en los bajos mundos del subyugo, y es que si no te veo aquí, es que seguramente estás allá, y es que si no vuelves a volver como lo que eras, entonces me daré cuenta que todo el tiempo ha sido así, y que cada que volvías tenías una vida distinta... No pienso hondear más en estos temas, también se que nunca eres bueno dando respuestas claras, sólo espero que regreses como no se quién, y que lo espero para que me digas que fue lo que quisiste decir esa noche cuando tus metáforas se robaron mi sueños.






"Sigo pensando que lo único malo de haberte convertido en suicida es que siempre regresas a donde estabas al principio"




Inanna*

20 de septiembre de 2007

Así

Simplemente es así, como volar con los pies en el suelo, como sumergirme en las olas del mar para encontrarte debajo, como gritar en silencio hasta quedarme sin voz, como humedecer mis mejillas cada noche en mi habitación.

Justamente lo que no esperaba, lo que no tenía, lo que me faltaba, lo que llena el espacio que estaba reservado para llenarlo de ti, lo que a veces, sólo a veces sentía perdido, lo que siempre soñé, lo que me imaginé, lo encontré.


Me fluye por el cuerpo, me llena de sentidos, me pierde en las sombras que jamás tuvieron más luz, me dirige a tu dirección, me hace un mapa de ti y me lleva con un beso.

Siento lo que siento por que te siento, pienso que eres lo que pensé que no pasaría, tengo la certeza de contar con tus manos, de tomarte en mis brazos y cantarte una canción.

Ni todas las palabras que no se han inventado, ni los versos que todos recordamos, ni las más bellas poesías, ni las aguas interminables... Harán hacerte saber como es que es así, simplemente así.


La imagen más exacta para este texto, es la que justamente está en tu mente...


Inanna*

Para Ti


Esto de tenerte y no, me lleva a otro lugar, en el que no se como soy, tu presencia invisible me acompaña a todos lados, me distrae de mis temores y me convierte en lo que siempre quise ser.


Estas ganas de gritar que te amo, me inunda el cuerpo, me guarda una sensación de felicidad que me va desde los pies, hasta más allá de las puntas de mi cabello, estas ansias me revuelven el pecho, y conjugan verbos que nunca antes pude decir, y me explota el alma por darte un beso, y me castiga el tiempo cuando no estás, y de premio tu sonrisa me da el destino, y las horas y el temor y las canciones y los latidos y las miles de ganas de abrazarte hoy, me transportan hasta ahí... Quiero volar a donde estás, quiero encontrarte en el cajón, quiero mirarme en tus ojos y decir que te extraño con mis manos, quiero dormirme contigo y no hacer nada más que eso... Quiero ver tu presencia a mi lado.


Estas ganas de llorar por amarte, me trajeron hasta aquí, estas ganas de gritar te mis versos y mi alma, esto de tenerte y no... No me dice más que lo que ya se, que mis ganas y mi mente, mis lágrimas y mi insomnio y toda yo... Toda yo desde el tiempo en que no estabas, hasta que dejes de existir, desde siempre aunque no te sabía, he vivido para ti.





"El amor, es el más sublime verso que se esconde debajo de la almohada."


Inanna*

18 de septiembre de 2007

Bosque de Recuerdos.


Bajo mi almohada guardo la llave que abre la puesta que llega a mi mente, ese es su escondite, no estoy segura, pero creo tener tiempo de no entrar ahí, entre sonidos y hojas, pensamientos y nostalgia... Hay veces que no me gusta acercarme...


He dado vueltas a mi cama y con afán de decidir me acuesto y medito... (Si ya estoy aquí, no me puedo resistir...) Cinco segundos y entré, hacía tiempo que no me encontraba aquí, incluso se me había olvidado como era por dentro.


Voy adentrándome poco a poco y cada vez más en el fondo, mis sentimientos se juegan el honor; El primer tramo es corto, casi no se nota entre las árboles y los ríos no queda mucho que hacer ahí, aún así sigo adelante, las hojas de los árboles que siguen llevan colgada una fotografía de diferentes colores, de diferentes ángulos y de distintos rostros, la neblina a veces no me deja ver muy bien... Las aguas llevan llanto y el aire huele a soledad, es olor que sólo se nota cuando no hay nada contigo, el viento... Arrastra mis alas y me lleva por ahí, ahora había recordado por que era que ya no solía venir... Ya es casi el final, el tiempo se acaba aquí o allá y es cuando vuelvo a mirar, y observo los árboles y las hojas, y los ríos y el camino, y si, he llorado un poco para que no falte agua y he renovado tapices para tener ganas de regresar y he constatado que aunque no quiera siempre vuelvo para poder continuar.



Inanna*

Día Especial.



Hoy te daré una sorpresa, voy a ponerme bella y vestir mi cuerpo de blancas telas para lucir bien... Una cena especial y en la mesa dos velas, no es necesario un día importante pero hay que celebrar el momento, pretextos sobran para amarte ¿la de hoy? La de hoy es muy simple. tengo ganas de sentirte, de acariciar tu cuerpo y adueñarme de tus brazos, de amarrarte con mis besos y no dejarte escapar.


Las velas se van consumiendo con forme pasan las horas, y nosotros... Ya hemos recorrido la casa lentamente, reconociendo tu imagen en cualquier reflejo, tomando tus manos como cámaras fotográficas que van dejando plasmado el deseo en cada lugar de mi cuerpo, mis pies han tomado mil formas, mi cuerpo como cascada fluye de manera tempestuosa y se amolda a los espacios que le das.


Cansados por el viaje vamos directo a la alcoba, ahí donde se maquilan los sueños, y tomados de la luna como pequeñas gotas cayendo de los árboles, dormimos en paz y cansados de haber terminando con el día... Hoy te propongo un acuerdo, y éste es seguir volviendo cada noche desde hoy y hasta que mis manos se queden sin fuerza.





"Los amor eternos existen, por que el sentimiento es el único que nunca muere"




Inanna*

Atando Cabos.


Que absurdos se ven los árboles cuando no estás vestidos con nidos, y los parques parecen grises cuando las palomas no los visitan, las aguas sin los peces son como una estatua de unos novios, como un beso guardado en la alacena, como dos flores en un cosecha de aguacates, como tres canciones en una botella, así como tú y yo cuando no estamos cerca.


Entre los mares de las palabras busco una a una las más indicada, me sumerjo entre ellas, las atrapo con una red para intentar formarte frases y alimentar mi sed de escribir, quiero explicarte mis ansias, mis miedos, mis años y mis memorias, quiero acercarte conmigo, llenarte de hojas, comerte los labios, sembrar en tu cuerpo las ganas de amar, y copiar mis latidos en tu espalda.


Los días no lucen bien si es que estás lejos, ni los árboles, ni las frutas, ni los muebles, ni el espejo, le falta tu aliento, tu silencio, tu forma de verme durmiendo... Y guardo mi intento otra vez, y vuelvo a caer en lo mismo, nada es todo cuando no estás aquí.






"Hay veces en que es posible que no te des cuenta cuando hace falta"



Inanna*

Lunes.


Empieza una nueva semana y con ella dos distintas formas de seguir contigo, hoy es Lunes y sigo extrañándote, en las sombras Del nuevo día que ya empezó dibujo tus tiempos y tus caricias e inventamos formas nuevas de regalarnos amor; El sol ha salido y así empezamos tú y yo, ambos caminando para el mismo rumbo, vamos contando los nuestros pasos y cuidando los espacios para no abordar demasiado... Varios metros de distancia y pareciera que estoy sentada junto a ti.

Nos pasan los días uno a uno, y vamos de las manos tú y yo, compartiendo musas distintas, sueños parecidos, gustos distintos y miles de promesas selladas con besos, es Lunes ya y sigo extrañándote esperaré a la noche para verte de nuevo y contarte mis cosas, y sentarme en tus piernas a mirar tus ojos, a tocar tu pelo, y a seguir así, esperando el sol entre tus brazos cada amanecer.



(Los inicios de semana, no sólo traen nuevos días) Inanna*

16 de septiembre de 2007

Insomnio.


Dos minutos y el tiempo corre, no se detiene, nunca lo ha hecho; Y me llevan los días y los meses, las canciones y el momento que se va corriendo.


Sentada en el sillón las horas piensas que... Que no tengo la menor idea de lo que hago aquí; Me tomo un café a ver morir el tiempo y dejar que fluya el destino.


Ya son dos horas y nada... Me levanto a mirar el cielo que se ha vestido de negrizco, y en las nubes dibujo flores y conejos y perros... Lo que sea... A éstas alturas cualquier cosa es mejor que nada, doy vueltas por la casa y de vez en cuando pienso en ti, sólo de vez en cuando y si te extraño... Sólo me basta con abrir la puerta y verte dormir.



"Hay ocasiones en que las metáforas nos presentan cuadros abstractos imposibles de descifrar".



(Como siempre, espero y encuentren más de un sentido a lo que escribo) Inanna*

15 de septiembre de 2007

Pregunta.


¿Qué tal si cambiara de nombre y de dirección? Si me cambiara de lugar y empezara a creer que soy distinta, que jamás mis hombros se mojaron con agua de ojos y que nunca vi tu cara, que tus pasos no fueron los míos, que nunca vi tu cara, que tus pasos no fueron los míos, que tus cielos no tenían mi sol… Y todas esas tantas cosas que no quise que pasaran y que como cadillos se pegaron a mi existencia.
¿Y si te vas? Si quisieras no mirar lo sueños construidos con nuestros pies de bases y las manos de soporte… Si te convencieras de volver al vacío de tu cuarto y olvidar que yo pasé por ahí sin zapatos.
¿Si mejor desaparecemos? Si hacemos que los caminos ya no se miren jamás, si mi llanto mezclado con tu sudor no se encuentren ese punto de unión y así ya nunca estamos aquí, así.
¿Entonces qué quedaría? La cama vacía... Dos cuerpos sin vida y las emociones arrumbadas en un baúl el cual no tenemos las llaves… Dos extraños amantes que carecieron de ideas y de lealtad, que no vinieron cuando la reflexión se repartió… Que no salieron de su casa ese día que mostraron que existían los motivos para no alejarse nunca.
Me quedaría sin ti… Y tú… Sin mí. Y yo… Tratando de encontrarle una sola respuesta a las millones de preguntas que abordan mi mente esta noche, cuando estamos dormidos juntos a millones de besos de distancia.


Inanna*

14 de septiembre de 2007

Letras Blancas.


Una gota de lluvia cayó en el piso, justo en el instante cuando quise decir te amo; El golpe fue tan fuerte que paralizó un por un momento mi cuerpo, y, es que decirlo es más que simples letras, mucho más que entregar el cuerpo y dejar los instintos enfrentar batallas interminables, es mucho más que un compromiso, y no es que éste te lleve a caminar de su lado.


Por un momento tuve mido, sí, miedo, a dejarme ir y quizá perderme en tus ojos, y aventurarme en tu cuerpo, y volverme el aire que acaricia tu cara, y convertirme en el silencio que diario te tapa la boca, dos o tres horas seguidas, y comencé a imaginarme contigo y poco a poco las imágenes me daban esa casi felicidad que te inunda los ojos... Yo no quiero un amor como todos, por que entonces me tendría que olvidar de mi, no quiero amar con los ojos cerrados, por que si lo hago, dejaría de mirar mi reflejo en el espejo.



Esa gota me hizo recordar que los momentos unen espacios, y que las palabras unen vidas y también las ausentan y las olvidan, como a la flor marchita...

Y cuando levanté la cara y te vi a los ojos, esos tus ojos que regalan latidos en el pecho y me
vi en ti, y vi las nubes y las flores y las aguas y los árboles y las gentes que caminan dejando huellas en el piso... Cerré los ojos y me vi contigo y te abracé tanto, tanto, tanto, que no hubo lenguaje más puro que el beso de dos almas que se juntan para llenar un libro con letras blancas.





Inanna*

Cinco Minutos.


Tomé de equipaje mis ganas, por abrigo me puse el llanto, y me fui a… No se muy bien donde, tomé mi tristeza y me colgué al cuello, mis ojos cansados de llover abrieron la puerta de la escalera del fondo, es en donde tienes que elegir.


Callé mis lágrimas, los silencios se quedaron pegados en la maleta de la esperanza, esperanza que no existía… Al llegar a la mitad, me quedé a esperar, esperaba que el olvido viniera por mí, que me llevara por los caminos inciertos.


¡Mi mente a muerto! Cinco minutos de silencio por mi conciencia, se derrumbó, quedó arrollada por el huracán que desató el conflicto emocional que has provocado en mi, en mi que ya no era yo… No me mires más, no llores por mi, no blasfemes, y, no me digas que te duele mi ausencia, voy a quedarme aquí, en la escalera que sube al cielo, y que baja al infierno, en la oscuridad de mi mundo, sólo con el reflejo de tus labios.Cinco minutos de silencio por mi conciencia que yo ya no se si existo, y si es así, que venga el olvido y me lleve entre sus manos.




Inanna*

Invierno.


Abrázame hoy que el frío se ha apoderado de mi cuerpo, hoy que el invierno llegó a mi puerta y amenaza con no irse nunca, me estoy desangrando y la nieve congela mi sangre… Abrázame, dame calor que necesito liberarme del castigo de vivir sin el sol, ábreme los ojos para verte, toca mis manos fuerte y hazme sentir mis alas. Abrázame hoy, siénteme, calcula mis ganas con tus besos, acaríciame el alma por dentro y toma mi cuerpo sediento, ya no quiero estar aquí, ya no puedo estar sin ti, abrázame, ven y abrázame, cobíjame con tu cuerpo y protégeme del desierto, vuelve fuego el hielo que se ha quedado en mi cabeza.

Abrázame hoy, dibuja mis líneas en tus manos, repárame las alas que están desapareciendo cada noche que no vienes… Abrázame… El invierno quema el cuerpo, los diluvios son eternos, tus ausencias van creciendo.





Inanna*

Silencio.

Dame la luz de tus sentidos para liberar mi eterno llanto, abre la puerta de tus ojos y déjame entrar ahora, las cadenas de la impotencia están haciendo llagas, esta estúpida sensación de caminar me deja sin pasos.

Me duelen tus ojos, me duelen por que siguen golpeándome, ya deja el insomnio que si sigues despierta puede que las telarañas invadan tu cuerpo.


Ahora ve por las llaves y abre el cerrojo que le has puesto a mis manos, a mi alma, a mi amor, este amor que es tan tuyo como que se me han acabado las palabras y tu nombre de gritarte tantas veces. Ya no puedo estar así, quiero volar a tu cuerpo y mantenerme unido contigo, hasta que el mundo se haga viejo y los eternos amantes que cambian de rostro se vuelven enemigos, y, los sollozos no se escuchen, y las penas no pesen, y las nubes se caigan en pedazos y podamos tocarlas con las manos.


Estoy a punto de perderme, léeme los labios y toca mis letras, piérdete conmigo en esta ausencia.



Inanna*

Lo Unico




Lo único malo de haberte perdido, es haber olvidado que mi conciencia se quedó contigo... Me perdí, ya no soy nada de lo que fui hace tiempo, y es que las heridas de muerte no sanan nunca, me gusta pensar que nada ha pasado, que voy navegando en el mar de tu cuerpo, sintiendo tus olas movedizas y trasparentes, me gusta soñar cuando duermo.

Lo único absurdo de haberte perdido, es que también me quedé contigo, ya no soy yo, ahora soy tú caminando por ahí, y yo... Yo sólo soy un tipo infeliz, que vive por que aún respira, que duerme por que le dan ganas, y que muere cada segundo que pasa.

Lo único trágico de haberte perdido, es que mi sangre se derramó en el suelo cuando pisaste mis sueños, le pasaste por encima, y ni siquiera volteaste a ver.

Lo único malo de haberte perdido, es que ahora ya no se si sigo vivo.




(Debo decir que este texto ya lo había puesto en algún otro lugar, pero quedé muy satisfecha del resultado, y quise ponerlo aquí también.)




Inanna*

Temporal.


Y ahí estaba yo, con los pies mojados por la lluvia, con la espalda fría por el aire, con el sol asomándose por el Sur.

Tenía días lloviendo y parecía que no tenía ánimos de parar… Cuando se está acostumbrado a ir por debajo del agua no importa tanto seguir mojado.

Recuerdo que en las mañanas el sol salía contigo… Ya es de noche y sigo esperándolos, hay veces en que no es necesario que vengas por que sigo con tu imagen dibujada en mi pecho.Y entre más rápido pasaba el día, más fuerte las gotas caían, y, es que tampoco se puede exigir que se detenga, el cielo también tiene derecho a llorar, como tú y como yo, como el señor del caballo, o el niño que se ha caído, como todos los que a veces sentimos cierto tipo de dolor.

El hecho es que hoy llovía más que nunca, justo hoy en que ya no te sentía.




Inanna*

Luna en el Bolsillo


Con la luna en el bolsillo voy caminando junto a ti, con los sentidos cayéndose del sudor de nuestros cuerpos, en el pasillo del insomnio que causan tus besos.

Con el amanecer en mis manos, calculo los suspiros que me regalas en los oídos, al pasar los caminos bajo los árboles grandes de enormes raíces, me voy dando cuenta de todo lo que ansío contigo.

Mis ojos en los tuyos después de sentir tu cuerpo, revelan el sonido de las olas, y, navego en tus brazos, voy de un lado a otro con el ritmo de ellos, hasta que llega la calma con el último beso.


Pienso que no pienso cuando te siento cerca, es una sensación auténtica, me convierte en ave, en lumbre, en agua… Y recorro el espacio de mi habitación con tanto impulso como el de tu respiración.


Con la luna en el bolsillo ven a quedarte conmigo, con la luna en el bolsillo me basta para crearnos un espacio escondido.



Inanna*

Sábanas Blancas.


Tus ojos queman como rayos en una noche de lluvia, sigilosamente te me vas acercando, como queriendo que no me de cuenta, sólo se escucha tu aliento, yo temerosa y ansiosa por tocarte, te busco entre las sombras.

Empiezo a oler tu perfume y tu aire golpea mis cabellos… Ya te empiezo a sentir, y, con un movimiento casi mágico, tus manos sobre mi cuerpo anuncian tu llegada, mi corazón palpita, pero pretendo estar tranquila… ¡Silencio¡ Que la pasión toca la puerta de la habitación, no es necesario decir palabra, cuando tus caricias expresan cualquier sentimiento.

Hay que apagar las velas, hoy sólo mis manos sabrán donde estás, sábanas blancas esta noche para celebrar el amor.

Dos amantes desnudan sus cuerpos, para que las almas se conviertan en una.



Inanna*

Hubiera

El hubiera no existe, a menos que me hubiera acordado de que estabas vivo, ni el estúpido camino que se quedó truncado, ni el amanecer en tus brazos, ni la sensación de no haberte creído, ni la luna color brillante, ni las noches sin fin, ni... En las noches cuando trato de dormir empiezo a cabilar por las nubes, me subo a las estrellas y me pongo a imaginar, de mi y de tú y de ambos, pero me gana el cansancio y regreso a la cama, ya ahí no suelo pensar nada, me recuesto, y, me pierdo, hay veces en que sólo duermo y es que si sueño... Me da por verte ahí.

EL hubiera no existe, a menos que te hubiera conocido y te hubiera abrazado, y te hubiera amado, a menos que hubieras estado en el mismo lugar en el que estoy parado.





Inanna*

Cuando

Si te hubieras ido cuando te lo pedí, ahora no estaría llorando por dentro, si me hubieras hecho caso, mis lágrimas no estarían tan cerca del piso esta noche. Voy a mirar al cielo y quedarme así, como tendría que haber sido, al cielo firme, sin voltear, y ¿ Ahora? Volteo para ver si no te has ido del todo. Si te hubieras ido cuando te lo pedí, hoy no estaría queriendo hacerte venir.


“Las palabras cortas, son las únicas que duelen hasta morir, o hacen volver a vivir.”






Inanna*

Secuelas


El mismo cielo se siente culpable de haber llovido, esa agua que alcanzó a mojar los sueños de las decenas de mentes que habitaban espacios en este mundo.

Y todo se hizo nada, quedaron los cuerpos desnudos y con frío, ese frío que no lo quita ni el sol, ese frío que sólo se siente cuando ya no queda nada.

Se visten de esperanza, cubren sus lágrimas con palabras de aliento y de vez en cuando dejan salir una sonrisa… Ésta vez, sentarse a ver llover, no tiene el mismo sentido de tranquilidad como otras veces.

Recogiendo escombros pasarán los días por un buen tiempo, las mentes que habitan un lugar en este mundo… Hoy hay soledad, vacío, miedo, oscuridad, hoy las aguas ya se fueron, pero se ha quedado la austeridad.




Inanna*

Amanecer


Que con el fuego que nace del sol, se quemen los espacios en blanco, que se juntes las hojas que abortan los árboles en otoño, que la luna vuelva a salir mil noches seguidas mientras tus manos me tocan, que las nubes se acerquen tanto como nuestros cuerpos encendidos, que los aires se cuelen por nuestros oscuros rincones y rueden por los espacios donde se pueda pasar.


Que las mismas llamas se apaguen con nuestras ganas y se congelen los minutos mientras estamos juntos. Y que vuelva el silencio después… Cuando acostados esperemos el amanecer.






Inanna*

Nadie


Que nadie busque los pedazos de mi cuando yo ya no exista, que nadie camine por el sendero del tiempo cuando se haya acabado… Que se cansen de proponer excusas para no olvidar los años que estuve despierto, y, que se apaguen las luces tenues de la lámpara de mi cuarto.Que hurten mis ganas de amarrar los sueños que están secuestrados en el sótano de mi cuerpo, que los llantos de nubes no se vuelvan agua y no recorran las calles por donde solía caminar, que se terminen los pasos, y las olas, y los tiempos, y el silencio. Que no supliquen devolver el tiempo para verme de nuevo, que se conviertan en gusanos las heridas de amor que me hayan quedado pegadas, que se construya un monumento al dolor y que le lleven rosas cuando quieran llorar. Que no pida regresar, que no arrepienta de haberme ido, que no desee quedarme colgado en el abismo para verte como antes, para no tener la tentación de aparecer por la noche y robarte un beso, para que no te mojes con mi llanto por los atardeceres, para que ya no vuelva, para que ya no vuelvas, para que quede extinto el tiempo que se nos perdió, para que se haga un río de lo que terminó.
Inanna*

El Puente


Me encontré caminando por un sitio desconocido, volteaba para todos lados, nada me era familiar y a veces, sentía que ya conocía cada espacio, y otras tantas eran totalmente desconocidas, como espacios vacíos.
Y me preguntaba -¿En qué momento llegué hasta aquí?- Y el silencio me llevó a las alturas, yo seguía caminando, tomado de no se que, mientras lo hacía, el tiempo pasaba, y mis pasos cansados hacían detenerme a observar de cerca, y aunque así; Cerca, seguía sin reconocer donde estaba… La confusión alteraba mis miedos, el temor, la oscuridad (siempre le tuve un miedo infernal a la oscuridad) era bastante para hacerme gritar, llorar, reír, todo en los mismos tres segundos… Yo parado y sostenido, sintiendo el aire y tal vez el sol; Me hice viejo y aún y con mi cabello blanco me escondía y seguía temeroso, incluso pensaron que estaba loco… Y yo no entendía por que a pesar de tantos pasos no me acostumbraba a no ver la luz del día… Y es que desde que llegué hasta aquí, simplemente ya no vi más, me perdí… Diario pasaba por el mismo puente, y diario pensaba ¿Qué podría pasar? Si me decidiera a abrir los ojos, gritaba y gritaba desesperado, pensaba que era yo quien tenía una pesa en mis pestañas… Y un día en aquel puente quise retar a mi destino quise arrancarme los lados oscuros de mi espalda, quise volver a lo que era, y tratar de olvidar la sensación de incertidumbre y… Sin pensarlo más intenté abrir los ojos… Pero… No pude, me quedé helado, casi desvanezco del susto, la oscuridad me aterra -¡Mis ojos no se abren!- Y esta vez la crisis fue peor… Hasta que el cansancio me venció, (a veces pasa eso) hasta que la semi-cordura entró en mi cabeza… -Mis ojos no se abren, por que ya estaban abiertos- Y mi destino no aceptó el reto y yo tuve que tomar un camino, entre vivir con el miedo a la oscuridad, o morir sin ver jamás.

Y en aquel puente me quedé para siempre, en las sombras, esperando lo que sea, queriendo acostumbrarme a vivir así, o simplemente caminar los días que falten sobre él, sin esperar ver el sol, caminando, simplemente caminando, volviendo a recorrer los caminos que sigo sin conocer.

Inanna*