Parte Sesenta Y Seis -Chale con la Gente

Pura pinche falsedad en esta vida, me cae de madres.
Como odio la gente hipócrita, egoista, ogete.
Que cabrón coraje.




Una Palabra Al Aire. Son Como Las Hojas Que Van Cayendo.

Parte Sesenta y Cinco- De Manteles Largos.

En la página uno de la bitácora de los poetas: La noche más esperada y sufrida por todos terminó siendo para mi, la más significativa.

Aunque el dolor de mis rodillas no me dejó en paz todo el rato desde que llegué. Aunque todo el estres ya estaba cobrándome la factura en mi cabello y en la bolita que me salió en el cuello a lado del hombro. Aunque los últimos cinco días fueron los peores, los más presionantes, los más estresados, los más horribles. Aunque sentía todo el peso de la lectura en los hombros. Anoche, fue una de las noches que no olvidaré.

Portando orgullosa la camiseta de DCV por primera vez fui entrevistada para la televisión. Y yo dije: ¡A la madre! Después, las bancas empezaban a llenarse y así nosotros empezábamos con todo lo que habíamos planeado.

Definitivamente estoy contenta con el resultado, es tan gratificante cuando todo sale como lo planeas, cuando no hay un sólo tropiezo, cuando todo es perfecto.
No tengo una palabra exacta para definir lo que siento.

Me despedí agradeciendo como siempre lo hago a mi hijo. ¡Alex, te amo profundamente! -Ajá- fue lo que contestó, a mi madre, a mi familia y ahi, con todo el sentimiento que guardé por muchos meses, me decidí a despojarme de todo y te dediqué a ti lo que iba a leer, se perfectamente que lo escuchaste, y también se que estabas ahí, lo se, por que lo sentí. ¿Sabes que cuando comencé a llorar fue por que te extrañé? Y con mi voz sumamente cortada, y con mis lágrimas saliéndose del cuerpo lloviendo la carpeta donde traía las palabras justas que encontré para recordarte; estuviste y lo se y lo sentí por que cuando di media vuelta no sentí el suelo ¡floté! Siempre, siempre, siempre, estaré agradeciéndote, todos los días de mi vida.

Y así, con una copa de vino y todos juntos brindando por la salud de nosotros mismos, terminó el principio de una jornada. Agradezco profundamente a todos.

¡Estoy satisfecha! Ya quiero ver el video












Una Palabra Al Aire. Son Como Las Hojas Que Van Cayendo.

Parte Sesenta y cuatro - Duele -

A veces, no hay palabras que describan todo el dolor, la tristeza y las ganas de llorar que se llevan encima del cuerpo.

Me Dueles.

Mansamente, insoportablemente, me dueles.
Toma mi cabeza. Córtame el cuello.
Nada queda de mí después de este amor.

Entre los escombros de mi alma, búscame,
escúchame.
En algún sitio, mi voz sobreviviente, llama,
pide tu asombro, tu iluminado silencio.

Atravesando muros, atmósferas, edades,
tu rostro (tu rostro que parece que fuera cierto)
viene desde la muerte, desde antes
del primer día que despertara al mundo.

¡Qué claridad de rostro, qué ternura
de luz ensimismada,
qué dibujo de miel sobre hojas de agua!

Amo tus ojos, amo, amo tus ojos.
Soy como el hijo de tus ojos,
como una gota de tus ojos soy.
Levántame. De entre tus pies levántame, recógeme,
del suelo, de la sombra que pisas,
del rincón de tu cuarto que nunca ves en sueños.
Levántame. Porque he caído de tus manos
y quiero vivir, vivir, vivir.



Jaime Sabines.



Una Palabra Al Aire. Son Como Las Hojas Que Van Cayendo.