24 de septiembre de 2007

Después de Ti.


De pronto es como si no me conociera, ni te conociera, como si el tiempo hubiese pasado sin darme cuenta, y que las cosas que tenía en mi mente se las hubiera llevado el viento, me despierto de ese sueño profundo del que no había querido despertar, y despierto con una sensación de vacío, como si un hueco llenara mi cuerpo y mis sentidos, como si todo mi interior estuviera cubierto de cemento.


Voy cayendo lentamente; desde que había estado dormido no me acordaba que era caer al vacío, ya no hay nada que perder, más bien ya no hay nada, las batallas ganadas se quedaron colgadas en la pared, y las perdidas, las llevo a cuestas como paracaídas, muchas veces intenté despertarme, pero era inútil, yo no quería hacerlo, y es que ¿Para qué? Si yo sabia perfectamente que no iba a encontrar ni tus besos, ni tu nombre, ni tus ojos merodeando por mi habitación, si yo sabía que las hojas que me dejaste en el buró fueron navajas que cortaron mis venas, y que después de haberlas leído, me quedé sin medio milímetro de sangre, y que si me dejaba llevar por la sensación de salir a buscarte, iba a terminar haciendo justo lo que no quería.


Así que lo mejor que pude haber hecho lo hice, y me desconecté del mundo, para no ver la realidad, mi realidad, para no querer hacer nada y para no correr hacia ti, siempre te dije que el día en que decidieras ya no estar, todo seguiría como antes, con lo único que no contaba, era con que mi pecho no iba a soportar perderte, y con que mi alma se quedaría vacía por que nada llena ese espacio que lleva tu nombre.


Y fue así como decidí quedarme en aquel lugar que no tenía luz… Esperando ¿A qué? Todavía no lo se, y no lo se por que no he querido volver a ese tema, por que todavía quedan tantas caricias tuyas en la trinchera que he preferido no abrirla, por que una vez más no soportaría voltear a la cama y no verte dormir. Entonces es como después de tanto tiempo decidí despertar, y no para volver contigo, ni para traerte a mi lado, ni siquiera para decirte que somos amigos o cualquier tontería como las que se acostumbran en estos casos. Nunca podría ser amigo de alguien a quien de tanto amar se gano mi hastío… Tal vez es tarde o no lo se, lo único de lo que estoy seguro es que no por haberte perdido, o por que me hayas perdido, se quedaron los árboles sin hojas verdes, o los ríos ya no tienen agua, o las olas del mar ya no se mueven ni bailan al sonido del aire, o los pájaros dejaron de tener alas… No por que me hayas perdido me quedé sin sentidos, y no por eso es que mis ojos dejen de llover, simplemente ahora te quedarás guardado ahí, donde alguna vez estuviste tan brillante que hasta mis ojos no podían verte… Ahora ya que he caído tengo que tomarme de las manos y dejar que el tiempo pase, días o meses, lo que sea, lo que importa, y siempre ha importado es que yo soy y seré siempre yo, contigo, sin ti, y con todos los demás… Y aunque no esté seguro de que pasará, lo que puedo asegurar es que desde donde te hablo ahora, es el lugar de los que ya no somos nadie, pero desde el lugar donde estás tú ahora, es el lugar de las personas que han perdido lo que jamás volverán a encontrar, y eso, eso es la única diferencia que ha habido entre tu piel y mi corazón.

“Cuando los objetos perdidos ya no vuelven, simplemente hay que cubrir su espacio, con la parte de TI que no has dejado salir”
Inanna*

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fue entonces cuando decidio permanecer en silencio para no romper con la mágia del momento.
Sin Dios.

"Ay, si te contara yo
de penas y razones
por las que de lejanías
se han cargado mis canciones
pero que lo cuente el tiempo
porque hoy te hago esta promesa
amor, voy a olvidarte
con todas sus consecuencias
y a librar este pasado
que no dejo de arrastrar."
Fernando Delgadillo.