27 de julio de 2009

Cincuenta y Siete -Bob Esponja-

Después de la maravillosa presentación de DCV en el Mayabar, como era obvio, había que celebrar.

Nos fuimos a la casa de Cristian, y como es costumbre, cantamos o más bien gritamos todas las canciones que Any puso en el estéreo del carro. Sabía que pasaría, pero me toma por sorpresa ver... ¡¡¡Tu PINCHE ROPA EN LA MALETA!!! Entonábamos so loud Any y yo, y claro, Alfredo y Cristian se burlaban de nosotros y nuestras voces ardillezcas (risas) pero... Nos valió madre, como por lo regular suele suceder.

Y así, hasta llegar a casa de Cristian, donde nos esperaban muchas cervezas y unas deliciosas hamburguesas, las cuales devoramos cuales perros hambrientos (risas)entre amigos y muy felices la pasamos esa noche (ya madrugada)y casi OBLIGADA empecé a beberme lo que le quedaba a las botellas de cerveza de Cristian, por que él me quería ver borracha. (lo cual no es difícil, dame tres cervezas y lograrás tu cometido)Así que bebí, como tres cervezas entre botella y botella. Cuando de pronto, ya estaba yo en la calle, sentada en la banqueta y riéndome casi normal. Todo fue que nos despidiéramos y tomara yo una botella de tecate light y la bebiera sin pena y con mucha gloria, pues el trayecto a casa estuvo mejor que el trayecto a casa de Cristian y vaya que eso ya es mucho decir.
Bob Espojna returns my dears... (Risas)

Cuando yo bebo, y me pongo "japi" Me rio como Bob Esponja. Y me gusta.


Una Palabra Al Aire. Son Como Las Hojas Que Van Cayendo.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Jajajajajajajaja....Bob Esponja.
Alejandra, me divierto, me rio, canto, bailo, grito, cuando estoy con ustedes. SOY FELIZ.
Solo tengo que dosificar mi ingesta de cerveza jejejeje.
Por que me pongo emo jajaja.
No es cierto.
Te quiero cabrona, mucho, mucho.

Anónimo dijo...

Aun no termino de leerte, de comprenderte menos.
Aun no entiendo muchas cosas, pero comprendo tantas otras de manera tan clara.
Aun te vuelves lejana, fría, extraña, pero cuando te necesitan estás ahí, al pie del cañón, como siempre.
Son tantas cosas que te quisiera decir, que no diré nada.

Tú, tú, vas de un “Por fin estoy aquí, y no pienso irme, no, no sin tus caricias desbordantes de pasión, ni sin tus besos que se quedarán en mi piel como tatuajes”.

Tienes la osadía de decir que es “Bastante” y que “Me arrebata incluso el aire los suspiros y el cielo se los lleva hacia la luna”

Perdiste el pudor al decir que “Con la luna en el bolsillo voy caminando junto a ti, con los sentidos cayéndose del sudor de nuestros cuerpos, en el pasillo del insomnio que causan tus besos” y que “Me mojan las ganas de verte otra vez; me presiona el pecho sentir el airecito que pasa por debajo de tu ombligo”

Te volviste melancólica y decías por las calles “Te llevaste mi sonrisa, y mi color
Me dejaste un gran vacío en mi interior” y decías también “Que me he cortado las alas otras tantas para no salir a buscarte para no tirarme de mi ventana
Suicidando el momento en que me vuelvo la más ferviente seguidora de tu aliento”

Después reviraste violentamente y tu actitud fue otra, nos mandabas a todos a la chingada, a los que no comprendíamos, diciéndonos que “Y Qué importa si no entienden, Si no piensan como yo
Si no sienten lo que yo, Si no aman como yo”

Llegaste a tu estado de frialdad actual hace relativamente poco tiempo, cuando dijiste al viento “Y donde quedo yo” “Y ahora yo me quedo seca por dentro y por fuera
Sin tus ojos mirándome desde lejos, sin tus manos dibujándome lentamente y poco a poco
Y yo, Dónde está mi lugar ahora?”

Después sanaste…¿sanaste?

“Si para comulgarte tengo que confesarme habré de decir que miento todas las veces cuando digo que no siento nada con tus besos”
“Y si Dios es testigo, también habré de decir que me he soñado mil veces en los brazos de otro hombre y he estado más de mil, al costado de ellos, sintiéndome distinta en cada vez”

Te repito, aun no te entiendo del todo, y te repito también, eres, en ocasiones, complicada para mi mente, ya de por si complicada.
Lo unico que se es que te quiero Inanna, gracias por abrirme las puertas de tu casa, por permitirme ser parte de esto tan hermoso que es “De Carne Y Verso”.
Gracias por escucharme, gracias por regañarme, pero sobre todo, GRACIAS POR ESTÁS AHÍ.

TE QUIERO CABRONA.