29 de marzo de 2009

Parte Nueve.

Hay veces en que te extraño lo necesario, como para pensar en que habría sido mejor no conocerte, ni saber que existes.
Es entonces cuando me agacho a ver y vuelvo a decidir que te extraño; a veces pienso y digo: ¿Por qué no puede ser todo como antes? Deberíamos seguir con el juego aquel, donde me querías y yo te creía, donde te quería y tú lo sentías. Y jugar una vez más a que nos amamos y que vamos juntos por la vida buscando la manera de ser felices al modo de cada quien.
No se tú, pero yo me inquieto un poco cuando no te veo. Cuando no te siento cerca, aunque nunca lo has estado del todo. Y empiezo a pensar y a creer y me llega de pronto y sin buscarla tu risa y tus ojos como papel tapiz. ¿será que me espías para saber si te pienso? Hemos dejado caer muchos sentimientos como para tomarlos del piso y limpiarlos con agua de boca. Tendría que ser (y preferiría que así fuera)que Un día de estos medio calientes y aburridos en que tú, llegaras y me regalaras una de esas sorpresas que solías darme y que colgaras en mi pecho el racimo de sueños que un día escribimos en papel.
Hay veces en que te extraño; Más que otros días. Y le doy vueltas a mi cama y a mis cosas donde acostumbro dormir, y me muerdo los labios y los pasos, los hundo en cemento fresco que habrá de secarse y detenerme. Para no seguir con esta tonta mentira de querer seguir cargando con tu silueta cuando me mudo de cuerpo y me largo al espejo a querer verte a mi lado. Es tonto, lo se, inútil, absurdo, bizarro.
Insolente manera la tuya y la mía en querer que se quiera otra vez.
A veces pienso que fuera mejor si no te empeñaras en nacer a diario en mi mente, si sólo fuese un triste sueño de esos aferrados a una torpe vida compartida. Entre silencios y mensajes auditivos. Hoy no estoy segura de querer seguir contigo, y a la vez... Deseo tanto que todo fuese como antes... Antes... Antes. Quedó atrás, es pasado y no volverá. Y me hago un enorme lavado de sentimientos y me quito con jabón cada parte tuya que llevo en mi cuerpo, asegurándome de llorar en cada rincón para de una vez por todas acabar contigo, suprimirte, borrarte, matarte. Que de ti no quede nada en mi. Y cuando ya estoy convencida de eso, cuando estoy tan segura como hoy, como ayer, como casi toda esta semana en que he pretendido no ser la misma contigo. Cuando he agarrado mis maletas y me dirijo a la puerta. Llegas. Otra vez llegas. Y tú y tú tonta mirada que me hace derretir, y tus torpes palabras que me hacen rendirme. Y de nuevo el martirio de extrañarte, de quererte, de tenerte. Creo que jamás volveré a ser tuya, creo que nunca fuiste mío. Creo que creíste y sigues creyendo que yo si soy tuya. Y es que te sientes tan capaz de ir y volver, mi cuerpo está cansado, mis ojos y mi boca también. Me he cansado tanto desde que el telón se cayó ante mis ojos. A veces creo que no sobreviviré. ¿Merezco sentir tanto dolor? No creo.


Una Palabra Al Aire... Son como las Hojas que Van Cayendo... Inanna...*

No hay comentarios: