Entonces es cuando llegas al punto en que dices: O le atoras y sigues, o declinas y vives como avestruz por siempre.
Los retos son siempre importantes las ganas de triunfar, de vivir y experimentar siempre nos ganan y nos agobian.
¡Que bueno que no tengo nervios de acero! Porque quiero sentir miedo y frío y hambre, y sueño, quiero sentir terror.
Caminos nuevos en direcciones nuevas, experiencias que se van apuntado en la bitácora del Bosque de Recuerdos.
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