7 de noviembre de 2009

Parte Setenta y uno - Sucede que a veces.

Anoche soñé una vez más despierta, no se si fue la sobredosis de fármacos contra la gripa, o que simplemente ese sueño ya se encontró en mi cabeza y no tiene muchos ánimos de irse. Tal parece que se siente bien ahí.
Justo había apagado el ordenador portátil que suele acompañarme en las noches cuando no tengo nada, ni siquiera sueño. El efecto de tales pastillas era irremediable, por lo menos tenía seguro que dormiría plácidamente y sin interrupciones. Fue entonces cuando llegó esa frase, ese conjunto de palabras que te dan vueltas y vueltas al rededor te di, y que no te dejan en paz hasta que las logras escribir en un papel, aunque fuese higiénico.
Fui feliz.
Fuimos felices una vez más.

Esto de que el corazón lata fuerte me es extraño, parece que comienzo a tragarme todas las palabras que alguna vez dije. Y me da gusto.

1 comentario:

Unknown dijo...

Es bueno, a veces, tragarse las palabras que alguna vez dijimos. Es chistoso, pero aprendes bastante de eso. Hablas con más aplome.


Checa nada mas tu final, la idea le ganó a la mano y en vez de “comienzo” escribiste “comiendo”.

Un saludo grande Inanna*, y espero que nos sigas dando mas hojas de tu diario.