17 de noviembre de 2009

Acta de Nacimiento Parte I

Uno siempre espera encontrar las Alas, que nos hagan caminar por la senda menos espinada posible. Los demonios más temidos que no duden ni medio segundo en aplastar al mundo si fuese necesario, dispuestos a arriesgar, todo lo que no tienen, sólo por nosotros.
Ocurre casi siempre a veces que somos parte de un alguien que al unirse con una persona nos hace pertenecer irremediablemente a este mundo, tan sumamente querido-amado-destruido por todos nosotros. Pasa también con frecuencia, que uno llega a unir sonrisas con hilo dorado a la de otro alguien, soldadas, presionadas, copiadas como sellos indelebles, cadenas de enormes eslavones imposibles de romper. La casualidad o el destino, nos une por decisión propia, sin darnos cuenta o totalmente consientes de querer escapar, incluso de nuestro propio árbol genealógico, ese renglón torcido, el espacio en blanco, línea, figura, lugar que por más grande, pequeño, fácil, accesible, redondo obtuso, nunca, hemos podido ocupar.
En mi caso, pasa que las señales siempre me recuerdan por donde debo ir, hay mariposas mágicas revoloteando al rededor de mis ojos indicándome por lo regular acertadamente la ruta a seguir, a mi me fue imposible ignorar tantas alas, todas las mariposas rodeándote de polvos mágicos, analgésicos para mi dolor, mi hada de la suerte se posó justo en tu silueta y jamás se ha ido.
Voltee a ver tu cara, y ya estaba yo dentro de tus ojos,de ahí, viene todo lo demás...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y la segunda parte????? :)