Alivio.

¿Y ahora qué? ¿Hacia dónde debo ir? ¿Qué hago?
Existen momentos en la vida, en que simplemente te quedas parado, volteando para todos lados, como perdido, como en un pozo sin fondo, y entre más intentas salir, más te hundes, los fracasos, el temor, la desilusión, el desamor… Cosas, casos que al final del día pesan más que tres mil kilos de cemento seco, vuelves a tu casa después de un duro día de trabajo y esfuerzo mental, y, te encuentras con la sorpresa de que ni ahí, ni de donde vienes, tienes paz, esa paz que solías tener, esos sueños que no se donde los dejaste olvidados… Abres la puerta, entras, y cada vez te sientes más solo, más triste, más aislado, menos tú, vas a la cocina, el sillón, la recamara, cualquier sito es buen lugar para fumarte un cigarrillo, y quizá llorar un poco, te das un baño, quieres limpiarte un poco, sin saber que sólo lograrás limpiar tu alma, cuando te des cuenta de que es lo que estás haciendo, sales de ahí, y vas a la cama, un poco de televisión para distraerte un poco, quizá una película, ¿qué más da? Si el sueño no te dejará ver el final.

Buscas señales que te indiquen el camino, huellas, palabras sonidos, situaciones, algo, algo que te lleve a donde tú quieres ir; Y un profundo suspiro nace de ti, pides mil consejos, y otros tantos, que aunque no los pediste, llegan sin ser invitados, tanta gente diciendo mentiras, verdades, verdades a medias, quizá inventos; Que si mi amigo, mi hermano, mi compañero de trabajo, mi vecino, algún extraño, el horóscopo, gente que ni siquiera sabías que existía, lo cierto es que lo que necesitas es un momento de lucidez, un chispazo, un golpe, algo que te haga despertar, quieres juntar las piezas de este rompecabezas, pero tu mente sigue en blanco, vacía, como tu alma, como todo tú.

De pronto hay un silencio absoluto,(a pesar de ser medio día) volteas alrededor, y es como si el mundo se parara - ¡Que nadie se mueva! ¿Qué no ven que estoy muriendo en vida? ¿Qué no sienten lo que yo cuando voy caminando y no siento mis pasos? ¿Qué no se dan cuenta de lo egoístas que han sido conmigo? ¡Dios! ¡Ayúdame!- Y rompes en llanto, ese llanto acumulado desde hace años, te has propuesto a caer, y nadie puede evitarlo, lloras y lloras, y pareciera que entre más pasan los segundos, más lágrimas tienes por salir, tanto odio, tanto rencor, tantas cosas que había guardado desde niño, tantas mentiras que creí verdades, tantas historias, y momentos… Tanto.

Y después de el estallido de sentimientos y malos pensamientos, te levantas, limpias tus ojos, sacudes tu ropa, levantas la mirada al cielo, y de nuevo te mezclas entre la gente.

EXISTE UN DÍA PARA DEJARSE OTRO… PARA SABER QUE TE DEJASTE EL QUE SIGUE PARA MEDITAR EL PRIMERO Y LOS DEMÁS… PARA SABER COMO REGRESAR.





Una Palabra Al Aire... Son como las Hojas que Van Cayendo... Inanna...*