24 de marzo de 2009

Parte Seis.

No cabe duda que cuando te decides a salir del baúl; lo haces con todos los miedos del mundo. Escribir es tan fácil, y tan complicado a la vez. Cuando se tiene esa facilidad (como en mi caso y en el de todos los que por alguna razón estamos aquí) se vuelve una especie de adicción. Yo escribo por que me gusta, por que encuentro una satisfacción aún mayor que platicar con alguien, cuando lo hago; soy la más feliz, la más infeliz, la princesa o la bruja malvada. Soy lo que yo quiera ser.

A veces para mi es mejor quedarme callada que decir lo que siento. Es ahí donde mis amadas letras me rescatan de este silencio que adoro, pero que a veces tiende a matar también... Hace no muchos años supuse que eso de las letras me atraía más que sólo escribir en mi diario de niña de secundaria. Aunque nunca he intentado rimar, yo sabía que podía hacer más cosas que sólo escribir lo que me pasaba.
Pasaron los años y con ellos vienen otras cosas, otras sensaciones, otras responsabilidades, y, también; otras distracciones. Recuerdo que abandoné mi diario no se por cuanto tiempo, cuando lo leí ya se escuchaban lloriqueos y risas infantiles en mi casa. Cuantos años.

Tomé fuerzas de donde no sabía que existían y me atreví a empezar a escribir. Dos años más tarde... Llegaba a mi una ilusión grande, tan grande que aún no se como explicar. De Carne Y Verso estaba por llegar a mi vida.

To be Continued.





Una Palabra Al Aire... Son como las Hojas que Van Cayendo... Inanna...*

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