Ándale Josefina, dí que sí- No Pedro, déjame en paz- Quitándose bruscamente las manos de las suyas - Dile Brenda, dile que me perdone- Y a ella por qué la mentes- dice Josefina muy enojada -Si me quieres decir las cosas dímelas a mi- seguido de un interminable manoteo, entre un "déjate y no me dejo" pasaron como diez minutos para que al fin Josefina se decidiera a dejar que Pedro la abrazara.
Se preguntarán ¿Eso qué chingados? Pues resulta ser que hoy fui por mi celular (por fin) después de ya casi un mes, sí, pues estaba descompuesto, y me dije: Alejandra, debes arreglarlo por que no hay dinero para comprar otro. (já) Así que después de haber usado el celular de mi hijo durante muchos, muchos días, pensé que ya era tiempo de ir por él, y sí... Fui.
Llegué y me dieron un papelito del turno que me iba a tocar, ya que me lo da me dice el joven de la entrada: Pase a la fila señorita, por favor; a lo cual respondí: claro, gracias (ya nadie se toma la molestia de decirte señorita ) no pasaron ni diez minutos, cuando ya me hablaban de una ventanilla, ¿en qué le puedo servir? gracias, vengo por un celular. Claro, ¿me permite la solicitud y su ficha de turno?
Aquí tiene. En un momento se lo traigo. Gracias. Y en pocos minutos tenía yo mi celular nuevo, sí, nuevo por que me regresaron uno nuevesito, no pregunté por que lo que quería era tener ya mi celular; por que Alex aunque de muy buena gana me lo prestó, ya muy sutilmente me pedía que se lo regresara (risas)
De regreso, le dije a Alex (más bien le pregunté) ¿y si nos vamos al Santa Lucía? y con un largo SI emprendimos los pasos para allá. Me gusta ir; además de que está muy chido, encuentras tantas historias, tantos cuentos, tantos momentos. De ahí lo que les contaba al principio.
Y regresamos a casa por el paseo Santa Lucía; yo, capturando momentos con mi cámara y Alex aprovechando cada instante para divertirse. Ahora él esta dormido junto a mi, con sus ojos cerrados y sus largas pestañas haciendo sombras en sus pómulos. Yo vengo aquí como casi todas las noches, a escribir un poco para no olvidar, y para alimentar este rincón que a veces se me olvida que existe.
Hoy, sólo tres cosas
1.- Josefina es muy pinche rencorosa
2.- Pedro es bien arrastrado
3.- Los días que paso sola con mi hijo, hacen que diga: Todo se puede ir a chingar a su madre, mientras él y yo estemos juntos.
Una Palabra Al Aire... Son como las Hojas que Van Cayendo... Inanna...*
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