5 de enero de 2008

Seis Años.


Y ahí estaba yo, asustada, ansiosa, casi sin saber que hacía, y tu con la fuerza del mundo tocabas las puertas para entrar en mi vida… Tenía miedo, temía no saber como tocarte, como hacer para que sonrieras, incluso no sabía ni tu nombre, me gustaba dormirme pensando en tu cara, en tus manos, en tus piernas, en tu tibia sonrisa y en tus ojos, eras un enigma fabuloso, eras como una noche eterna, esperando ver los rayos del sol, no sabía para donde mirar, mis movimientos eran torpes, había veces en que prefería no moverme, y cargaba conmigo la dulzura de tus ojos, y lo terso de tus manos, llevaba colgados tus pasos callados, tus labios cerrados, tus sueños y tus fantasías.

EL día era perfecto, el sol sonreía (también era feliz) soplaba el aire muy fuerte, podría parecer que estaba una tarde de primavera, aún y cuando el invierno no se había ido; no estaba lista, pero todo estaba preparado para conocerte, si por mi hubiera sido, hubiese corrido de ahí, y retrasar el momento diez veces, pero me ganaban las ganas de verte, la hora no la sabía, pude haber esperado lo que fuera por verte por primer a vez.

No tardaste mucho, luche con todas mis fuerzas para no rendirme, y el cinco quince se volvió mi número de la suerte, te escuché desde afuera, aunque cansada y muy lastimada, pude oír la voz de tu llegada, y mi corazón tembló, traté tres mil veces de abrir los ojos, pero aun no podía… Y la puerta se abrió, y con ella el cielo me abrió las puertas, una luz casi cegadora entro por la ventana que fabriqué, sí habías llegado, estabas justo enfrente de mi, ahí, por fin… Te vi, y cuando lo hice, sentí por primera vez la verdadera y más pura felicidad, te abrasé quería transportarte en una nube, formarte una burbuja de ilusiones y de magia, rodearte de besos y de pétalos de rosas, formar una muralla de acero para evitarte cualquier dolor y sufrimiento… Y vi tus ojos y enseguida me di cuenta que no podía hacerlo, y por primera vez, tuve miedo, de ese miedo que te arruga el corazón… Y tomaste uno de mis dedos, lo apretaste, fuerte, muy fuerte, y supe que el miedo siempre estará, pero también siempre estarán mis manos.

No quiero que tu vida sea perfecta, por que quiero que sepas lo que es vivir, no quiero dártelo todo, por que quiero que disfrutes tus propios logros, no quiero abrirte todas las puertas, por que tú traes las llaves en tus manos. Son seis años contigo, los mismos que llevo queriéndote hacer feliz, y aun sigo sintiendo como tiembla mi corazón cuando aprietas mis dedos. Tú eres el único que me haces la más fuerte, y la más débil al mismo tiempo.

Seis años… Y grandes sueños en tu cabeza, seis años y miles de retos en tus manos, seis años y todo el infinito en tus pasos… Te amo.






Una Palabra Al Aire... Son como las Hojas que Van Cayendo... Inanna...*

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Arte :)

Anónimo dijo...

Pero usted siempre brindara su mano para cuidarle y confortarle en momentos tristes,Felicidades.

Hey! ¿Y mi rebanada de pastel?!
Exijo una explicación,quiero pastel de chocolate!!

Anónimo dijo...

Holaa Hermosa !

Esta padrisimo tu Blog ! Te felicito tiene sentido, fuerza tus pensamientos.
Tienes que dedicarme Un Poema, Ok?
Tu Amigo Admirador,preten( no se pongan celosos ) ajjajaj
Te dejo un gran beso y un abrazo de la misma magnitud !
ATTE. CHRIS CARRASO.

José Ramón dijo...

Cuando

cuando fue la ultima vez que te dijeron lo hermoso que escribes

cuando paso por tu mente el reflejo de tus sentimientos y emociones

cuando exploraste tus pensamientos, y te los regalaste en un baul de renglones y versos

Que tan bello es el caminar con los ojos; poder pasear por este bosque y encontrar magia, emocion y una lagrima que no esta deslindada aunque yo no tenga el gusto de compartir la ocacion...

Cuando no tengo palabras que expresen mi agradecimiento, cariño, emocion y pasion por todo lo que has hecho en instantes

Instantes, momentos, Recuerdos