Tarde.

Pensé buscarte, incluso logré salir de mi casa y casi pude recordar como hacer para llegar a ti, iba a darte una noticia, a investigar en tu pasado si mi nombre seguía ahí, iba a regalarte un beso, y si era posible, darte los que no pude, iba a responder tu pregunta, aquella que una vez mi hiciste y no hice más que no hacer nada, tenía que decir muchas cosas, hacer muchas cosas, sentir muchas cosas.

Era seguro que iba por ti, para que me vieras todavía, y sintieras en mi pecho, que si sigue un latido vivo es por la esperanza de estar dentro de tus ojos ésta noche (por lo menos) era constante mi casi sonrisa sólo de imaginarme si estarías en casa, y si estarías pensando, y si pensabas en mi, y si yo existía aun, y si lo hacía.
No me importaba el frío, me calaba la angustia de no haberte visto, me congelaba la emoción de sentirte de nuevo, me paralizaba los sonidos que de nuevo creí escuchar, ya nada importa, ya nada importa.

Faltaban unas pocas cuadras, y pensaba y pensaba, no tenía argumentos suficientes para volver a verte, ni siquiera sabría si querías hacerlo, ya nada importa, tenía que decirte que te extrañé, tenía que sentir que no me importa cuanto tiempo pasó, tenía que volver a tocar tus labios, tus ojos, tu pecho, tu alma dibujarla en mis suspiros, tenías que saber que ya no tenía miedo a decir, tenías que pensar que olvidarías lo demás, y concentrarte en ahora, en que ya puedo ser lo que no había sido, en que estaba listo, ¡no desesperes amor! Casi gritaba mientras mis pasos se apresuraban para llegar a tus brazos. Mis lágrimas de felicidad, mi ansia loca de verte, mi necesidad de que supieras todo, mis ganas, mí tiempo, mis años, mi espera, mi hambre, mi miedo, todo te necesitaba, yo te necesitaba, y estaba dispuesto a decirlo. Me inundaba la emoción, y de pronto, cuando llegué a donde estabas… Recordé que había olvidado, llevarte una rosa, y también, que ya no estas.

Una Palabra Al Aire... Son como las Hojas que Van Cayendo... Inanna...*